Muy buenas, mi nombre es Miguel Falero y mi función dentro del grupo de profesionales de “Clínica Falero” es la de FISIOTERAPEUTA.

Mi pasión por el mundo de la fisioterapia viene desde bien pequeño cuando veía los partidos de fútbol en el sillón de mi casa y, de repente, salían unos profesionales a asistir a los jugadores que habían tenido algún choque o mal movimiento y no sabían si continuar en el partido.

El hecho de salir por la tele y estar junto a futbolistas profesionales, me fascinaba.

A medida que me adentré en el mundo de la salud y del cuerpo humano, me di cuenta de la gran cantidad de factores que pueden influir en el dolor y en las lesiones y que la ayuda de otros profesionales (nutricionista, psicólogo, preparadores físicos…) eran de vital importancia para brindar un tratamiento mucho más completo y poder obtener mejores resultados.

De ahí, que me uniera con otros profesionales para crear un centro multidisciplinar en Tarancón.Mi especialidad es la fisioterapia deportiva y la recuperación de lesiones traumatológicas (fracturas, lesiones musculares, tendinopatías, fasciopatías, esguinces…), además de poder ayudarte en todos aquellos dolores relacionados con el mundo laboral (lumbalgias, cervicalgias, epicondialgias, dolor de hombros…).

Como fisioterapeuta me encargaré de facilitarte el camino hacia una óptima recuperación de tu lesión, así como a la prevención de posibles recaídas gracias.

El hecho de que tengas una lesión o que mantengas ligeras molestias puede limitar tu rendimiento o incluso las actividades simples del día a día, pudiendo convertirse a lo largo del tiempo en una gran carga a nivel mental.

Muchos de mis pacientes me comentan:

No entiendo por qué me sigue doliendo si he mantenido reposo.
Me tuerzo el tobillo con mucha frecuencia y no sé qué hacer.
Llevo tanto tiempo con dolor que ya me he acostumbrado en cierto modo a él.
He llegado a un punto en el que me cuesta caminar.

El hecho de que les pueda comentar a qué puede deberse y qué se puede hacer para solventarlo hace que su nivel de preocupación disminuya en gran medida.

Y tú, ¿crees que hace falta llegar a ese punto de disfunción para buscar una solución?